El camarlengo de mi polígono ejecuta fielmente el sacramento de la eucaristía como cada dia. Sirve en balas de cristal las dosis de licor anisado que mi camarada y yo necesitamos para afrontar el aire de la nave, que se nos antoja denso, como el perfume de un club a las seis de la mañana.… Sigue leyendo Averno
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