Profeso

En mi tedioso proceso de aprendizaje

de la vida he tenido a bien dar a luz a

tres preciosas niñas.

Yo, que aún no he aprendido a ser

hijo, me aventuro en la ardua tarea

de ser padre, o intentarlo.

Más bien intentarlo.

La casa por el tejado.

Yo que siempre desdeñé cualquier

proceso que me atara a la farola,

estampo contra el calendario rutinas

y azufre en las fachadas.

Sus rostros vendimian las penas

y aran el alma que sostiene las

vigas del pajar.

La una tiene mis ideas, y la otra

mi caminar, la tercera aspira el

humo que en sus pulmones siempre

quedará.

La maldita bendición que me ha sido

otorgada quiere a duras penas hacer

camino, y no pisa en firme, pero no

seré yo quien lo niegue.

Y la esquirla que será sedimento en

sus pupilas, pulira el futuro que quiso

usurpar nuestro presente…


Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s