No logra concentrarse en casi nada,
las ninfas rehúsan del alimento que
las proporciona y no hay musa que
avive la hoguera que atesora debajo
de la falda que plagia su rencor.
No hay camino bajo la lluvia.
El agua carda el aliento y macera
las esquinas que serán barreño,
y las goteras resentidas volverán
para quedarse.
La tormenta que en él se esconde
desprende a manos llenas calma
y sosiego, y busca en la basura
la flor que creció en el cieno.
Cuéntale tú que las ojeras serán
los espejos más desvalidos,
que el huracán que embiste ha de
amainar, que la llaga que escuece
jamas volverá, a ser la vereda
que aquel día
fuimos…
B👏👏👏
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