Relente, decente brisa
que acariciaba al olivo seco
que prisionero de la tierra,
anhelaba el soñar
de los podridos recuerdos.
Solo una piel
que se tornaba cuero
Dulce miel, agrio te quiero
del polen que me seda,
tan solo hálito del que muere
de pena.
Quise mirar al sol, y me cegó la luna,
quise mirarte y me desquité,
que me duele la vida
Quise no irme y añore
el pasto del que me embriague
Benditos los zarzales que me teñían
de añil
grato recuerdo, reten de mí existir.
Mientras tanto ella solo gira,
sin saber que se esta pudriendo,
ella solo gira….