Y una luna muerta,
una manta llenita de trisqueles,
mil zarpazos en la puerta,
el plañir de uñas debajo de manteles.
El aliento en la nuca,
el sabor de fresa en los pezones
El jamás que se quedó en nunca
El clamar de tu olor en los cajones.
El olor a pena de los bares,
los octubres que no te van ni te vienen,
las caléndulas, benditos barrizales,
el rugir de putas en mis dinteles.
Este sopor ya no cura cicatrices,
este tonto da fe de lo que dices,
reverbera tu voz en los portales
donde mora el olvido
que oscurece los cristales.
👏👏
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