Si, es a ti.
Al que se esconde tras esa aterrada mirada.
Al que hace sosiego del trajín de los días.
El que no espera ni desespera, pero mece ataúdes con la
almohada.
A tí, que te debo sangre y juicio, piel y verbo,
el cuero que envuelve la pena que llevo por dentro.
A tí, siempre ahí, por mi y por ella prometo,
que siempre tendrás más que vida,
tendrás recuerdo…..